Palermo y el Kentucky
Chiquillos y chiquillas
Mi compadre Nano me estaba esperando ahí en su casa, en Palermo, de la cual tengo llaves... siempre las he tenido, es que tengo que aclarar que su casa es una casa-estudio, ya que él es un fotografo de lo más macanudo.
Nos tomamos unos amargos, ordené mis cosas en mi pieza y vimos sus últimas obras al calor de una botellas de vina que siempre le llevo de chilito. Luego nos entró el apetito y nos fuimos al Kentucky, siempre voy ahí y saludé a mis amigos los mozo, que tienen como mi misma edad y conversamos y comimos y nos fuimos a baliar a una milonga: La Catedral (tienen que venir mozalbetes). Con unas chiquillas re-buenasmozas y un poco jóvenes, hasta altas horas de la madrugada... hoy desperté con un hachazo terrible y estoy invitado a ver una obra de teatro de los alumnos de Pablín, un amigote veteclo también consagrado a las tablas... vamos a ver si lo resisto.
Fíjense que no me he quejado nada... es que Buenos Aires me quita como 20 años por cada día que estoy acá... así que cuando me vuelva a Chile lelgo con menops de 60... de seguro.
Che veteclo
2 Comments:
Mija a estas alturas uno se cuida co agüita de llantén, nunca de boldo... nunca de boldo.
Y la famosa cardioaspirina.
Ahí vamos a ver cuánto duro.
El abuelín
Buena cosa, abuelo!
Excelente post.
Lo recomendaré a mis amigos.
SAludos.
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