La historia siempre se repite

Delantera de 1960: Braulio Musso, Osvaldo Díaz, Carlos Campos, Ernesto Álvarez y Leonel Sánchez

Hoy mi sobrino-nieto, Arturito (el Pantruca le digo... por lo blanco), llegó a buscarme bien temprano a la casa de mi hermana... donde estoy por unos días. Y me dice: Tata vengo a invitarlo al clásico. Fue tal el entusiasmo del mozalbete que le dije que sí, pero en el fondo pensé: ¿de cuándo le gustará a ester chiquillo lo de los caballos?

Partimos bien temprano, el Pantruca vestido completamente de azul.. recién me percaté que no íbamos a los caballos... y yo con mi termo, el mate y el chalón en el brazo... pa peor el moscoso de moledera se le ocurrió ponerse en una de la barras y se lo pasó cantando toda tarde... yo métale mate, tuve la suerte que los controles no funcionaron para nada y pude pasar el termo metálico... años que no iba a un estadio, creo que del '73.

Los chiquillos chascones me pasaron una bandera y querían que cantara a guata pelada; desubicados, sin respeto, cabros malcríados... si dependiera de mi le paso tijeras a todos, pa que se vieran semi decentes por lo menos.

Un gol, de los del frente y acá se morían todos, el Pantruca gritaba más garabatos de rabia, asíq ue no tuve más renedio que darle su paipaso por las orejas para que se calmara. Y luego otro gol, pero en clara posición off-side... un regalo del arbitro a los de blanco... igual que los regalos que le hacía el pequeño dictador... su presidente honorario. Siempre acostumbrados a jugar con 14 en cancha.

La cosa es que el equipo del Pantruca perdió por 3 a 1, y pa peor nos demoramos como 4 horas en llegar a la casa y la próstata no me daba más... y al Pantruca no le salía palabra alguna... yo no voy más al estadio... menos con esos chascones que toman vino en caja... menos con esos árbitros... pa más remate nuevamente PERDÍ EL CHALÓN.

Bueno, hoy amaneció y el cielo sigue siendo profundamente azul.