lunes, julio 31, 2006

A primera vista




Niñitos/as

No escribí antes por varios motivos.
El primero: No le hice caso a la chiquilla Roxi y puse un tarrito con agua arriba de la estufa (con eucaliptus) y me resfrié, casi paso pal patio de los callaos, pero yerba mala nunca muere (gracias a Dios y a la Santísima Virgen).
Lo segundo: Una pena de amor.
Lo tercero: Al fin un poco de trabajo del bueno. Una institución recibió una buena cantidad de pinturas chilenas, donadas por la Fundación Andes (que ya desapareció) y tuve que inventariarlas todas y comenzar a hacer las fichas técnicas. Además el domingo estuve participando como invitado (parece que estaban desesperados) en una tertulia sobre la cultura en la Sala del Museo de Bellas Artes de Concepción.
Bueno, estoy de vuelta... Igual les dejo un relatito (aunque me duela).



A primera vista
(Poli Délano)

Verse y amarse locamente fue una sola cosa.
Ella tenía los colmillos largos y afilados.
Él tenía la piel blanda y suave: estaban hechos
el uno para el otro.


El viejito

lunes, julio 17, 2006

La gente de teatro



La gente de teatro
(Jorge Díaz)

A Amparo López B.

La gente de teatro nos reuniremos, finalmente, en el pabellón de irrecuperables. Todos padecemos el síndrome de lo efímero. Desgraciadamente, ese pabellón áun no se ha construido y nos agruparán, provisoriamente, en el galpón de los damnificados por los aluviones. Lo cual, por otra parte, será coherente, ya que el teatro es la vida iluminada precariamente sobre unas tablas mal clavadas.

jueves, julio 13, 2006

Tragedia


Este microcuento, me encantó (no sólo por el hecho de ser de Huidobro) si no que me hizo recordar mis mejores épocas duales. Si yo les contara.

¿Por qué no tuve un nombre compuesto?


Tragedia
(Vicente Huidobro)

María Olga es una mujer encantadora. Especialmente la parte que se llama Olga.
Se casó con un mocetón grande y fornido, un poco torpe, lleno de ideas honoríficas, reglamentadas como árboles de paseo.
Pero la parte que ella casó era su parte que se llamaba María. Su parte Olga permanecía soltera y luego tomó un amante que vivía en adoración ante sus ojos.
Ella no podía comprender que su marido se enfureciera y le reprochara infidelidad. María era fiel, perfectamente fiel. ¿Qué tenía él que meterse con Olga? Ella no comprendía que él no comprendiera. María cumplía con su deber, la parte Olga adoraba a su amante.
¿Era ella culpable de tener un nombre doble y de las consecuencias que esto puede traer consigo?
Así, cuando el marido cogió el revolver, ella abrió los ojos enormes, no asustados sino llenos de asombro, por no poder entender un gesto tan absurdo.
Pero sucedió que el marido se equivocó y mató a María, a la parte suya, en vez de matar a la otra. Olga continuó viviendo en brazos de su amante, y creo que aún sigue feliz, muy feliz, sintiendo sólo que es un poco zurda.

El Nanoviejito

martes, julio 11, 2006

Con el agua hasta el cuello


Por la madre!! estoy asustado y no deja de llover en Concepción, la gente está desesperada viendo como entra el agua a sus casas, la situación es extrema es tan... glub, glub, glub, glub

jueves, julio 06, 2006

Los tangos de Calamaro


Voy a hacer un parelé a esto de los microcuentos, sólo por lo impactado que estoy. No lo puedo evitar... les cuento que todos los meses me llega una encomienda desde Buenos Aires, es una cajita que me llega entre el 3 y el 10 de cada mes; por lo general en ella, mis amigos, me envían una botella de ginebra, un paquete de yerba "Unión" (mate, por cierto), un par de libros, alguna película o música. Hoy llegó esa cajita: ginebra, yerba y un disco... el último de ese chascón hippie loco Andrés Calamaro, Tinta Roja. Puros tangos, imagínense... no pude esperar.

Me preparé y coloqué el long-play, no lo podía creer... el tipo canta más desafinado que mi primeria Ismenia, y eso que cantaba no parecían tangos, me dije... aunque lo eran, de hecho eran puros clásicos. El tipo armó una cuestión más psicodélica que yegua en la Fiesta de Cuasimodo, con los tanguitos, Ay Dios!, si estuviera Carlitos vivo se nos muere otra vez y el Feo Rivero se debe estar revolcando en la tumba (el Polaco no creo). No me podía convencer, así que lo escuché de nuevo, y otra vez, y otra vez, y le comencé a agarrar el gustito y ahora no puedo dejar de hacerlo.

Es un long-play exquisito, pa' disfrutarlo con una copita de ginebra, se los recomiendo mozalbetes, escúchenlo... de la ginebra me preocupo yo.

Tinta Roja (2006)
Andrés Calamaro

1. Sur
2. El día que me quieras
3. Mano a mano
4. Como dos extraños
5. Por una cabeza
6. Tinta roja
7. Milonga del trovador
8. Melodía de arrabal
9. Como dos extraños (versión piano)
10. Nostalgias


Después de esto sí que sigo con los microcuentos.

El viejito

martes, julio 04, 2006

El mircrocuento o microrrelato


Mozalbetes

Concepción está (es) aburrido, con la lluvia no hay mucho que hacer... así que me desanimo a veces. En esa dessidia llegué hasta la Biblioteca Viva y me hice socio, al azar saqué un libro (no habían revistas de las que buscaba: El Peneca, Margarita, Billiken, Mampato, Almanaque 18, Estadio, Ritmo, El Pingüino, Cosquillas y otras más). Pero resultó que el libro era más macanudo que mono con patines y en los próximos escritos en mi block pondré partes de él ("Cien microcuentos chilenos" recopilados por Juan Armando Epple. Editorial Cuarto Propio).

Son microcuentos, toda una vida en pocas palabras, sin dudas, habrá algo que comentar.

Allá va el primero:


Calidad y cantidad
(Alejandro Jodorowsky)

No se enamoró de ella, sino de su sombra. La iba a visitar al alba, cuando su amada era más larga.


El microviejito