lunes, agosto 28, 2006

Ahora sí que me asusta el amor


Niñito/as

Entre todos mis conocidos (los muy desgraciados) hicieron una macanuda campaña pa' que fuera al médico, particularmente al psiquiatra, yo me hice el gil mientras pude, porque siempre pensé que el psiquiatra era para los locos(ustedes saben como pensamos las personas antiguas).

Romualdo, Arístides y el flaco Meissner me acompañaron, pa' que no me arrancara, y pa' tomarnos un par de pilsener después. Pa variar este matasano me hizo esperar como una hora (es indignante como administran el tiempo ajeno... ), en mi espera agarré una revista, una National Geographic (febrero de 2006), comencé a hojearla y leí en una parte, en un artículo sobre la química del amor lo siguiente:

"El amor y el transtorno obsesivo-compulsivo podrían tener un perfil químico similar. Es decir, el amor y las enfermedades mentales son difícil de diferenciar".

Me llamó la atención y se lo iba a comentar a mis compadres, pero era mi turno y venía lo peor... El galeno era un cabro chico, con espinillas y todo, según toda la ciudad de Concepción es el mejor, por eso me llevaron. Conversamos como 1 hora y media, y lo estuve aconsejando (pa' variar se aprovechó de la situación y me pidió que le recomendara unas pinturas... desgraciado... qué creerá que vivo de las gracias, resulta que él me habla y le pago, yo le hablo y le pago). Bueno ya me fui del tema, pa' variar. El diagnóstico: Sufro de transtorno obsesivo-compulsivo, desde siempre... mi mente vuela a la página de la revista y todo comienza a cuadrar.

Imagínense, quizás nunca sentí el amor de verdad y todo fue un transtorno psiquiátrico. Eché la película pa'atrás y repasé todos mis años (desde el día de la bicoca), todas mis relaciones amorosas, una a una y, ahora dudo de todo... todo puede ser... y la Charito?

Hoy me olvido del amor también.

El viejito obsesivo-compulsivo

PS: Los pergüetanos de los cursos de cueca no lo van a hacer, según ellos no hay viejos sufiecientes en la Caja de Compensación y no podemos meter a los del INP... desgraciados!!!

jueves, agosto 24, 2006

El desarraigo


Cabros/as chicos/as

Nunca me he sentido muy chileno, la verdad (en estricto rigor) no lo soy, yo soy oriundo de la República de Hualqui y los que hemos nacido allá sabemos de qué se trata ese decir. No obstante viajo con pasaporte chileno pa'donde vaya.

Eso sí celebro las Fiestas Patrias todos los septiembres, y desde hace mucho, pero mucho tiempo, me digo lo mismo: "Viejito, este otro año sí que aprendemos a bailar cueca (aunque no me gusta mucho)", y nunca lo he hecho y me quedo mirando como agila'o a las chinas bailando con los compadres y la envidia me corroe con los zapateos y las miraditas... pero este año todo va a ser diferente, hoy me inscribí en un curso de cueca y el lunes que viene, a las 17.00, comienzo con el baile. Tengo que confesar que bailo muy mal, aunque el fox-trot y los boleros no me salen tan mal, pero sin dudas, no es mi fuerte... soy un poco robótico-androide.

Desde el lunes los cargantes de mis amigotes no me molestarán más con eso de que sé bailar tango y no cueca, que es incomprensible... claro que es incomprensible, cuando no saben de mi desarraigo.

Ahora me voy a buscar unos long-play de cueca pa' practicar y a limpiar la aguja del pick-up.

Igual les dejo un relatito:


El desarraigo

(Jorge Díaz)

Un día:
como han hecho siempre los mejores vascos
corté mi árbol que tenía raíces
y con el tronco hice un mástil
muy bonito crecer donde te plantan
pero también es un noble destino
el del árbol que navega un día
lejos de su tierra
convertido en mástil.



El viejito tiqui tiqui ti

lunes, agosto 21, 2006

El coleccionista

Chiquilines/as

Mis amigos (de los pocos que quedan) me tratan de loco, porque un día me dio por coleccionar cosas... y pasé de las estampillas a la numismática (sin dudas me hubiese gustado coleccionar originales de Matta, pero por cuestiones técnicas no podía)... las estampillas las perdí todas y las monedas se las tragó un cabro chico (que no le pasó nada por suerte, aunque con tanta moneda de cobre se trasnformó en un buen conductor).

Por qué cuento esto?... ah! sí.... hoy intenté buscar un long-play de tango y entre tantos que tengo, son como 650 (todos cladificados), no lo encontré y me dio rabia, y me dieron ganas de pegarme un coscorrón solito, por gil de la pilgua... pa' qué habré juntado tanta payasada de tango, sin dudas no los escucharé con la atención requerida a cada uno de ellos. Pero ahí me acordé que no sólo son discos de tango, sino que es mi "colección de discos de tango", y eso cambia la cuestión radicalmente... el hombre tiende a coleccionar, a juntar recuerdos... y objetos que a la larga se transforman en elementos catárticos de su vida... ¡Dios mío! qué estoy diciendo!!!!?

Ahí les dejo el micro-cuento correspondiente.

El coleccionista

(Alejandro Jodorowsky)

Un señor utiliza sus energías en coleccionar objetos. Otro decide eliminar los que tiene. Cuando no le quedan objetos materiales, comienza a eliminar movimientos, ideas, recuerdos, sentimientos, que considera innecesarios. Llega a una inmovilidad completa. El coleccionista los recoge para colocarlos en un gran armario entre sus objetos.


El viejito clasificado


PS: Oiga y usted colecciona algo y si no, qué coleccionaría?

martes, agosto 15, 2006

In Memoriam


¡Por la máquina! mozalbetes, esto se pone cada día peor. Como si no bastara que se me vinieran los recuerdos de esa mujer como un tornado sobre mi cabeza, el día de ayer iba en la micro para mi casa y de la nada (siempre me pasa en la micro) me acuerdo del "guatón", de mi gran amigo el gordo. Murió hace dos años y medio y me quedé huacho en este mundo, como las yuntas de bueyes... ustedes deben saber que cuando uno de los bueyes muere no se les pone otro al lado... ya que el viejo tiene mañas que se las conoce el nuevo y pa' peor el veteclo no está dispuesto a enseñárselas ... eso es lo que pasa cuando un amigo se muere. Queda un vacío enorme y una carencia sobre la comprensión.

Con el guatón hicimos y deshicimos, conversábamos de esas cosas que a cada hombre le da un pudor terrible... lo teníamos superado, nos conocíamos las mañas y las manías y nos respetábamos, nos tomábamos las pilsen y jugabamos al tejo, salíamos con unas chiquillas bien emperifolladas más lindas que el sol y nosotros igual sacabamos del ropero los pecosbiles y el mejor paletó pa' la ocasión. Un día les contaré.. son historias interminables.

Mis amigos aún les cuesta tocar el tema cuando estoy presente, y más de alguno me ha preguntado si lo he superado... yo he dicho que sí... y no quiere decir que lo olvide, porque tengo muchas cosas guardadas que contarle cuando nos reencontremos y nos tomemos esos tintolios de siempre. Si superar esta situación es hacerse cargo de la ausencia ... si, lo he hecho (a veces)... hoy no.

Que difícil es esto de la muerte, y es la única certeza que tenemos en nuestras vidas.

Les dejo algo sobre la muerte, a ver si me subo el ánimo.

In Memoriam
(Ernesto Malbrán)

En un rincón de la Patagonia, en un cementerio olvidado y barrido por el viento, sobre una tumba hay la siguiente inscripción:

"En toda su vida siempre pensó hacer lo que dijo,
pero jamás dijo lo que en verdad pensó;
así como nunca dijo lo que pensaba
ni se dio el trabajo de pensar lo que decía:
fue un genuino representante de su pueblo."

Cuando pregunté, nadie sabía nada. Finalmente un anciano me dijo que le habían contado que ese hombre había llegado al Parlamento. Lo que nunca pude saber es si había sido un genuino representante de las gentes del lugar o de todos los desheredados de la tierra.


El viejito bajoneado

viernes, agosto 11, 2006

Los mareados


Chiquillos/as

Ayer fue una tarde no muy buena, como las reverendas diría sin eufemismos, en la noche volví a casa bajo una lluvia que me mojó hasta el tuétano, y pa' peor en mi hogar me encontré con tres goteras, como si eso no fuera suficiente en la transistore comenzó a sonar el tango "Los mareados"... esa versión que canta doña Mercedes Sosa con Rodolfo Mederos en el bandoneón... no es que no me guste...al contrario, pero la lluvia, las goteras (como en mi corazón) y la música me evocaron cuestiones que tenía olvidadas a la fuerza.

Recordé a la Charito, la recordé en el Cinzano de Valparaíso, recordé sus manos, y sus ojos color miel decorados con esa cabellera arremolinada como una selva que a uno lo invita a explorar, recordé su aroma y recordé todo lo demás... los sueños que no me permitió, su sonrisa, sus piernas, su respiración, su prótesis (puede sonar gracioso, pero es la pura y santa verdad)... y todo lo demás... unilateralmente decidió que nuestra relación sólo se limitaría a un tiempo determinado... y yo acepté, no tenía más remedio. Lamentablemente también recuerdo su frialdad y estructura... y yo prometí olvidarla... y no pude... hoy me doy cuenta que nunca he podido... a ustedes les tiene que haber pasado alguna vez: olvidar por conveniencia o por salud mental. Ahora a mi me suena eso como suicidarse en defensa propia, pero en fin... no hay caso.

En cuestiones del amor no hay edad y la experiencia de nada sirve, se los digo yo. Uno puede acumular sapiensia en cómo reaccionar frente a algunos hechos, pero en el sentir... en cada relación, todos partimos de cero.

No se por qué hablé de estas cosas. ¡Pero desde ahora la olvido y punto!

Van Los Mareados...

Los mareados
Tango
1942
Música: Juan Carlos Cobián
Letra: Enrique Cadícamo

Rara...
como encendida
te hallé bebiendo
linda y fatal...
Bebías
y en el fragor del champán,
loca, reías por no llorar...
Pena
me dio encontrarte
pues al mirarte
yo vi brillar
tus ojos
con un eléctrico ardor,
tus bellos ojos que tanto adoré...

Esta noche, amiga mía,
el alcohol nos ha embriagado...
¡Qué me importa que se rían
y nos llamen los mareados!...
Cada cual tiene sus penas
y nosotros las tenemos...
Esta noche beberemos
porque ya no volveremos
a vernos más...

Hoy vas a entrar en mi pasado,
en el pasado de mi vida...
Tres cosas lleva mi alma herida:
amor...pesar...dolor...
Hoy vas a entrar en mi pasado
y hoy nuevas sendas tomaremos...
¡Qué grande ha sido nuestro amor!...
Y, sin embargo, ¡ay!,
mirá lo que quedó...


El viejito melancólico

lunes, agosto 07, 2006

Fábula


Niñitos/as

Hoy vengo llegando de Santiago, fue un viaje lindo, hace tiempo que no lo hacía... vi una obra de teatro que me gustó mucho, estuve en casa de mi amigo de la infancia (de miles de años atrás) Paulino y en el taller del chiquillo ese, Guillermo Núñez.

Con Paulino nos pasamos horas recordando nuestra infancia, parecíamos viejos (ironía), y de cómo soñabamos cuestiones tan esteriotipadas y cómo terminamos en cuestiones tan diferentes. Eramos tres: Paulino, Mercedes y yo. Paulino se trasnformó en un hombre de negocios exitoso y asumió su condición gay (cuestión que no repudio ya que Dios dirá... pero no es loca como esos mozalbetes que se creen mujeres y esas payasadas y... ya me fui pa otro lado). Mercedes, que era la más loca, terminó siendo administradora de una casa del Opus Dei, Supernumeraria y esas cosas, y de la única cosa que habla es de la Biblia y de las Encíclicas de no sé quién, dando lecciones morales por doquier (yo me arranco de ella). Bueno y yo, así como soy... inestable, a veces... enamorado de las mujeres como nadie... un poco rebelde, una oveja negra... negra, pero oveja al fin.

La realidad se abrió paso entre los sueños de niñez y nos fuimos acostumbrando a ella hasta sentirla como verdadera.

Va algo micro que tiene relación con lo macro.

Fábula
(Braulio Arenas)

Un pastor se encuentra con un lobo.
—¡Qué hermosa dentadura tiene usted, señor lobo!— le dice.
—¡Oh!— responde el lobo —mi dentadura no vale gran cosa, pues es una dentadura postiza.
—Confesión por confesión, entonces— dice el pastor—; si su dentadura es postiza, yo puedo confesarle que no soy pastor: soy oveja.



El viejito con ojos de nostalgia

viernes, agosto 04, 2006

Desafección


Chicuelos/as

Vengo llegando de ver la obra "Desafección" en el Museo Nacional de Bellas Artes acá en la capitale. La verdad es que tengo que agradecer al señor Minimale y a la chiquilla Blanquita por cumplir con sus palabras, todo un caballero y señorita, como los de antes... no como la juventud loca y melenuda de ahora...

La obra me gustó tanto como los radioteatros que escuchaba antaño, "La tercera oreja" por ejemplo, en la Radio Agricultura. Las actuaciones excelentes, así como la puesta en escena, aunque un poco colérica, muy buena.

No quiero contarles chiquillos de qué se trata, pero tienen que ir a verla, yo me reí mucho, pero mucho... y también me impresioné con algunos diálogos de lo más que hay. La obra tiene un velo aparentemente pueril en la forma e interacción entre los personajes, esa misma puerilidad construye un fondo de lo más terrible que no hace más que mostrar la carencia en su grado mayor, que va... no es sólo la carencia sino que es un proceso de desarticulación de ella... es decir de la toma de consciencia de la carencia personal y colectiva, nada más terrible (uy que me salió académico mi comentario)

Ojo con los uppercut del principio, eran muy parecidos a los de Godfrey Stevens.

A la chiquilla blanquita le grité macanuda, porque es macanuda. Claro que con las palabrotas que dijo me imagino que después de cada presentacióin tendrá que confesarse.

El viejito con alma joven